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Regalo un día de turismo en festas despedidas actividades medio dÃa Membrilla . s del Nilo al último pastor blanco de larga y sucia barba. â¿Y tú, Excelencia, qué piensas? âpreguntó el nomarca volviéndose hacia el sacerdote, Naufar Amón. âCreo, señorârespondió el respetable ancianoâ, que quien pretende apagar esta brasa sagrada es un infiel. Sekenenre sonrió satisfecho y se dirigió a su visir Ausar: âSólo quedas tú, visir. âSeñor âse apresuró a responder el visirâ, no he
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Regalo un día de festas despedidas actividades medio dÃa Membrilla . , porque era ciego. MarÃa Rosario lloraba en silencio, y resplandecÃa hermosa y cándida como una Madona, en medio de la sórdida corte de mendigos que se acercaba de rodillas para besarle las manos. Aquellas cabezas humildes, demacradas, miserables, tenÃan una expresión de amor. Yo recordé entonces los antiguos cuadros, vistos tantas veces en un antiguo monasterio de la UmbrÃa, tablas prerrafaélica
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